¿Quién dijo que el amor sería fácil? El 50% del día
pensarte, y el tiempo restante viéndote e intentando olvidarte. Extrañarte a cada minuto culpa de un reloj que
corre lentamente, y disfrutar cada instante que corre incesante hasta perderte.
Pensarte día y noche como una religión, tu boca siendo mi adicción. Cambiar mi
mayor miedo por miedo a perderte, amarte de día y por las noches tenerte.
¿Quién dijo que estar con vos iba a ser fácil? Celos sin
sentido, y peleas sin razón. Todo era un problema, la culpa siempre la tenía
yo. Nada te era suficiente, sin importar lo que hiciera nada te satisfacía. Fue necesario perderte, para poder
encontrarte.
Intente que algo valiera la pena y fallé. Hoy me rindo ante
tu evidente desdén, y me arrepiento por todo lo que te amé. Con una coraza en
el corazón, te digo “adiós” querido amor.