Ni tan importante ni tan apuesto ni tan bueno. Él es así.. no esperes que él sea el hombre perfecto, no imagines que será él quien te robara el sueño. Este príncipe solo aparece para arreglar tu vida, sanar las heridas que otro antes causó, y una vez hecho eso, desaparece. Como por arte de magia, de la noche a la mañana, él ya no está más. Pero claro que tú no puedes pretender que se quede, verdad? Aunque sería lindo, porque a pesar de sus imperfecciones, tu príncipe hizo tu vida perfectamente imperfecta. Pero no, eso es imposible, no puede. Él debe seguir su camino sólo, él quiere continuar sanando corazones, porque cree que esa es su única función ya que eso es todo lo que él conoció. Pobre de él.. tantos corazones ha sanado, pero nunca ha conocido el verdadero amor. Nunca sabrá lo que se siente un beso, una caricia, un abrazo, incluso un suspiro de la persona que amas. Claro que eso tiene sus ventajas: jamás llorará por amor, no lo engañaran, no sufrirá por celos, tendrá una vida con menos disgustos.. Sin amor no tendrá tragos amargos que probar, pero tampoco sabrá el sabor dulce de aquellos besos. No conocerá las mejores cosas que tiene la vida, y un día se despertará sin una razón para seguir viviendo porque se sentirá solo, sentirá un gran vacío en el corazón. Porque cuando amas, esa persona es tu razón para despertar cada día con una sonrisa, y es además quien te acompaña en tus momentos más tristes y en tus mayores alegrías. Al amar sientes que ya no existe la soledad, te sorprende que los demás no amen porque sabes bien de lo que se están perdiendo. Sientes una constante compañía, a pesar de que esa persona no esté contigo realmente, porque de algún modo siempre estará allí. Enamorarse tiene ventajas como así también desventajas, pero es más lo que ganas que lo que pierdes. Así que reiteraré: pobre de él.. este príncipe se ocupa de lograr la felicidad ajena sin conseguir su propia felicidad. Si tan solo no hubiera tantos corazones por sanar.. Todo ello sucede por culpa de esos otros, quienes fueron y volvieron como quisieron. Ilusionaron sin necesidad, enamoraron sin amar. Si no hubiera tantos “rompecorazones”, probablemente se necesitarían menos príncipes..
Mi príncipe: gracias por todo lo que me diste, por enseñarme tanto y por todos esos momentos de alegría que pasamos juntos. Entendí que los príncipes como vos deben partir una vez realizada su misión, y tu misión ya terminó. GRACIAS por sanarme las heridas que tanto dolían, por rellenar los huecos que tenía mi corazón. Gracias por enseñarme a amar sin sufrir, porque con vos aprendí el verdadero significado de amar y que cuando alguien se equivoca, hay que perdonar. Me dijiste que todos merecen una segunda oportunidad, pero que no debo pasar por tonta de tanto perdonar. Aprendí que no todo es perfecto, pero con un poco de ayuda todo se puede. Yo se que ya no estás más para mi, eso lo entiendo. Y se bien que yo tengo un camino que seguir.. Tu vida continuará, tu seras tan dulce como siempre, y le entregarás amor a quien más lo necesite, al igual que lo hiciste conmigo. Hoy yo sé amar, gracias a vos.., me enseñaste a dar amor, y me devolviste la confianza que necesitaba para volver a creer. Ahora estoy dispuesta a entregarme a otro corazón, e intentar demostrarle como es el verdadero amor. ♥
No hay comentarios:
Publicar un comentario