Jugatela de una vez!, te lo pido..
No entiendo, por qué somos tan idiotas? Nos enganchamos con quien no debemos, nos enamoramos de quien parece no merecernos. Pongamos un ejemplo, ficticio:
El tipo A es el ser bueno, tierno, que llego a tu vida para respetarte, cuidarte y amarte. El otro, el tipo B, es alguien que apareció en tu vida, no sabes bien cuándo llego porque pareciera que estuvo siempre ahí. B no te respeta lo suficiente, no se preocupa, pero dice quererte.
Empecemos: Conoces al tipo A, llega a tu vida y todo es perfecto..Hasta que aparece B, te agarra desprevenida y te conquista. Como ´tiene principios’, no intenta que pase nada entre ustedes. Solo son amigos, se llevan bien, B no se arriesga.. él hace “trabajo de hormiga” y poco a poco te conquista. Sales con el tipo A, que es un flor de tipo, por lo que a B no le das bola. Pasa el tiempo, pero el tipo B la sigue remando silenciosamente..y A duda, desconfía, y eso te ofende. Él nunca confió realmente, y el problema no sos vos, sino su raza. A sabe cómo son los hombres en general, sabe lo desconsiderados y crueles que pueden llegar a ser, por lo que te intenta resguardar de el sufrimiento a cada hora, con mil mensajes y llamadas, haciendo justamente lo que tú llamas “controlar”. Es un divino, pero ya te está cansando tanto amor.. Como conociste al tipo B, las cosas ahora son de otra manera.. Lo que pasa a tu alrededor no te afecta igual que antes. Las escenas de celos de A ya no parecen ser tiernas, son escenas y te causan ira. Y el tipo B te entiende, te comprende totalmente y asiente cuando descargas tu furia respecto a su competencia. Tú, ingenua, continúas comentándole a B lo que sucede, y hasta lo dejas opinar. Dices que sus comentarios no te influyen, que sola te calamarás, pero con el correr de los días ya no aguantas más a A. Éste no comprende qué te sucede, lo que antes te parecía algo bueno hoy te parece un infierno. Pobrecito, el tipo A no logra comprenderlo, permanece atónito, en silencio.. B te sigue hablando, poco a poco te termina conquistando.. Crees saber qué tienes que hacer, decides dejarlo ir de una vez. El tipo A continua sin entender, se marcha perplejo sin saber. El tipo B festeja en silencio, sabe que si no está A, su camino está abierto. Ahora, tiene la cancha para él solo, así que juega tranquilo..ya no se esfuerza en hacer una buena jugada. B sigue con su vida diaria, y cuando tiene un rato libre te llama. A y B no se pueden comparar, en nada se parecen.. son dos personalidades totalmente opuestas, son dos formas de ver el mundo, diferentes al cien por cien.
Mi conclusión personal: Ya que estás con A, quedate con él y dejate de joder..B viene a molestar, quiere romperte el corazón y después marchar. Si eso sucede no esperes que el tipo A esté para cuidarte, él ya no te amará ver ni mucho menos te querrá consolar. El tipo B es algo momentáneo: causa dolor un rato y no lo volvés a ver hasta dentro de mil años.
Dejarla ir no significa que ya no le importas a esa persona.
Quiere decir que dejas de tratar de forzarla.
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